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Hay muchas gentes que le cuestan mucho trabajo
decidirse a asociarse con los testigos de Jehová. Y más el pertenecer y hacerse
miembro.
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Una cosa es ser cristiano y otra cosa es ser
católico de nombre.
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No te trastorne por ser TJ aunque el serlo tiene
sus efectos secundarios. Rechaza las críticas y céntrate en lo positivo de
hacer lo que Dios quieres que hagas. Si no te puedes hacer un lio en la cabeza.
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Para ser TJ hay que saber cómo serlo.
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Una cosa es predicar para los demás por amor al
prójimo y otra cosa es predicar para uno mismo para calificar. (Quizás unas
veces se predica de una forma y otras veces se predica de otra).
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Los TJ te dan unos ideales.
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Jehová te llama y tienes que corresponder a su
llamada. (Siempre te está llamando).
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Si un cargo superior o anciano no hace lo que
dice, que no te afecte y procura hacer bien las cosas tú.
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Dicen que los TJ tienen demasiadas reglas pero
el cumplirlas te hace feliz.
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Los TJ no suelen ser comprendido porque las
gentes no tienen conocimiento.
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Para ser un buen TJ hay que aceptar, aceptar y
aceptar.
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Para ser TJ se espera que des lo mejor de ti.
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Si no amas
a Jehová no me interesa lo que digas.
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Si uno decide gastarse su dinero donando, ¿Qué
problema hay? Uno se gasta el dinero en cosas de Dios, como otros se gastan el
dinero para ir al futbol.
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Dios ama al pecador pero al que se arrepiente.
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Es bueno no hacer el mal pero es malo no hacer
el bien.
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No sé si los TJ tienen cambiada la biblia o no,
lo que sí parece que sus doctrinas tienen más lógica que la cristiandad y sus
cultos.
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Si uno no está convencido ¿Cómo se va a
convencer a los demás?
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Hay que dejar de cuestionar.
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Para ir al salón de los TJ muchas veces hay que
ir a lo tuyo.
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Ves al salón y no te fijes en los desprecios de
nadie. (Ve a lo tuyo).
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Hay que hacer la voluntad de Jehová y al mismo
tiempo agrada a la organización y sociedad.
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Los TJ son la religión verdadera porque son los
único que estudian la biblia.
- Si no hacemos la voluntad de Dios, este tiene
derecho a lavarse las manos y dejarnos a nuestra suerte. (igual que en el
pecado original).
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